Sintiéndome bien...

Desde el fin de semana pasado he estado filosofando conmigo mismo acerca de sentirme bien. Hace un par de semanas luego de estarme sintiendo muy bien (física y emocionalmente) me he pescado una de las peores gripes que me han dado a lo largo de mi vida. Y bueno? Quién no ha tenido gripe? Quién no ha pasado un par de días con tos y congestión? Quién no ha pasado en cama dos días recuperándose de un resfriado? No era esta la situación...

Esta era una Señora Gripe. De esas que te dejan en cama, cansado, enfermo, sintiéndote mal y sin ganas de nada. Sin apetito, sin hambre, sin sueño, sin ganas de nada...

Poco a poco, luego de más de una semana fui comenzando a sentirme un poco mejor, y mientras hacía compras en el supermercado me dí cuenta de algo. Le dí un vistazo a las cervezas y llegó ese terrible momento en que supe que no estaba del todo recuperado. No fue uno de esos momentos en que uno quisiera tomarse una cerveza y no puede hacerlo por necesidad de cuidarse. Fue un momento triste, recordé mi gusto por la cerveza y recordé que llevaba también bastante tiempo sin desear tomar una cerveza. Qué extrañeza el que lo que extrañara no fuera una cerveza, sino extrañar el deseo aún que no pudiera beberla...

Gracias a Dios, eso ya pasó y ahora puedo tener ganas de tomar una cerveza, aunque no siempre las calme...