Hablando de aviones

¡Para los que quieran hablar de puras idioteces!

lunes, noviembre 13, 2006

De LaGuardia a Manhattan en bus

Sí, ese era el asunto del correo que recibí hace dos semanas. Me disponía a hacer el viaje a New York con el objetivo de ir a correr su maratón. Mi tía, una neoyorquina más, ya está acostumbrada a los tratos de la gran manzana, y como yo estaría llegando a eso de las 0:30 y ella no tiene carro, me dió una interesante opción y más económica que el taxi. Las instrucciones eran sencillas: "una vez que sale de la terminal toma el bus M60 que lo lleva a Manhattan, ya ahí se baja en Broadway y 113 St. y toma el Subway 1 hasta la 60st. A una cuadra está el apartamento". Sencillo, lo del subway era fácil y lo del bus también. Lo interesante comienza saliendo de la terminal aérea...
Resulta que en los autobuses de allá el piloto simplemente conduce y abre la puerta. El pasajero coloca dos dólares (en monedas, pero que no sean de $0.01) en una máquina contadora y entonces ésta avisa al piloto que se ha pagado. Como el aeropuerto es la segunda parada y era la 1 de la mañana (que quede claro el uso de la eñe en el post), el bus venía vacío. Dos chapines en un bus a la 1 de la mañana y con equipaje es algo impensable en nuestro país...
En algún momento mencioné que era 31 de octubre? Bueno, para cuando me subí al bus ya se había cambiado de mes pero la noche era la misma. En una parada en el barrio de Queens se sube un tipo con la máscara de Scream o Scary Movie, no estaba al 100% de sus 5 sentidos. Llevaba una bolsa de papel kraft y dudo que llevara dulces adentro. Más adelante, ya en el Harlem, sobre una calle una persona con máscara de Jason y un sable ensangrentado trata de hacer parar el bus. Por un momento me sentí en casa, asustado y asaltado... El piloto no paró, y también me tranquilicé porque por un momento había olvidado que era la noche de brujas.
El viaje por el Harlem continuó y poco a poco observé los disfraces más interesantes y aquellas personas con las que uno se pregunta si vestirán así aunque no sea Halloween. Esas personas que hacen de Manhattan un lugar especial. Una isla cosmopolita con diferentes razas, culturas, religiones y formas de vestir... La parada en la que teníamos que bajar era la de Columbia University, y como queriendome hacer el que conocía el lugar, ni me atreví a preguntar dónde era. Simplemente observé a lo largo del autobus, los atuendos y las caras de las personas. Cuando veo a mi lado, un tipo con un iPod, escribiendo en su palm, con la planta de Dawson (no soy fan de la serie, pero por lo menos identifico al cuate) y digo: éste se baja en la U. Cabal, le pegamos a la parada y luego a buscar el bendito subway...